Seguro que más de una vez has sentido que tu móvil te escucha y te enseña anuncios relacionados con lo que has hablado hace un rato. La realidad es que todos nos hemos preguntado alguna vez como llegan los anuncios justo cuando buscamos un producto específico pero, cuando no habías realizado antes ninguna investigación por internet, nos puede resultar aún más desconcertante.

La creencia popular de que nuestros smartphones nos escuchan o nos espían no tiene base. Sin embargo, es posible que alguien se encuentre con publicidad de los productos mencionados simplemente por hablar por teléfono. ¿Por qué?

Existe una razón puramente técnica y otra del subconsciente.

La primera es que el teléfono realmente capta la conversación. Un móvil tiene la capacidad técnica de interceptar una conversación, extraer palabras clave y utilizarlas para fines publicitarios. Este proceso, que ha sido confirmado en varias ocasiones, está sujeto a políticas legales. El concepto es simple: Si activas los sistemas de control por voz como Ok Google, Siri o Alexa, el teléfono debe poder escuchar las voces del entorno. La tecnología activa sus mecanismos para interpretar las palabras, traducirlas a texto, evaluarlas y ejecutar los comandos correspondientes cuando reciben las peticiones que les realizamos.

Por ejemplo, Apple afirma que el comando de activación «Hey Siri» es el que permite enviar comandos de voz a sus servidores, mientras que hasta ese momento, los datos permanecen únicamente en el dispositivo del usuario. Sin embargo, durante un proceso de evaluación conocido como grading, la empresa se reserva el derecho de retener una parte de las conversaciones de audio. En principio, este proceso de evaluación no está destinado a enviar publicidad, sino a mejorar el servicio.

En cualquier caso, existen miles de aplicaciones con capacidades similares, que a veces son creadas específicamente para interceptar conversaciones y convertirlas en anuncios. Muchas de estas aplicaciones escapan de los controles de las tiendas de Apps. Por otro lado, también encontramos la publicidad basada en la geolocalización, donde el teléfono registra nuestros movimientos. Si no hemos desactivado esta opción, recibiremos sugerencias sobre lugares y sitios de interés.

Con la otra razón, que hemos llamado del subconsciente, nos referimos a nuestro propio cerebro. La verdad es que, con mucha más frecuencia de la que nos damos cuenta, nos interesamos por un tema específico mucho antes de recordarlo conscientemente. Tal vez hayamos hablado de ello de forma casual en las redes sociales o le hayamos dado «me gusta». Y eso es suficiente para recibir publicidad relacionada. De hecho, las redes sociales y los motores de búsqueda no tienen restricciones en cuanto a la privacidad. Su negocio se basa en este tipo de información y, por lo tanto, aprovechan la mejor tecnología disponible para alcanzar sus objetivos.

Este tema es muy interesante y da para mucho debate. En iRiparo estaremos aquí para informarnos de todos los detalles y novedades que vayan surgiendo y contártelo a ti que nos lees en nuestro Blog 🙂